viernes, 30 de diciembre de 2011

El año que pasó sin darme cuenta

Hoy, y sin que sirva de precedente, voy a hablar de mi. No es que crea que a nadie le interese, escribo esto porque no tengo nada que esconder y porque quiero plasmar mis pensamientos en alguna parte.

Este año que acaba no ha sido bueno... ni malo, simplemente ha pasado y no me he dado cuenta. Será que me estoy haciendo mayor y conforme se van alejando los recuerdos de la infancia el tiempo corre más deprisa.
He hecho cosas, bastantes cosas; pero me queda la sensación de haber perdido el tiempo.

El año empezó de la peor forma posible: una relación de cuatro años a la basura. Peleas, mentiras, tristeza... impotencia al ver que todo va mal y no puedes hacer nada para arreglarlo.
No estábamos hechos el uno para el otro, fue mejor así, nos quedan los buenos momentos que pasamos juntos... frases de autocompasión, vacías de significado que no calman al corazón roto.
Pero no te rindas, no puedes rendirte. Si lo haces, pierdes.

Y pasaron los meses, autocompadeciéndome y sin prestar atención al calendario. Perdiendo amigos por el camino, será que en los malos momentos nadie quiere estar al lado del que sufre.
Otros amigos llegaron y por ahora se han quedado. Reconozco que no tengo un trato sencillo y que no soy sociable, pero no pido mucho, solo un ratito de risas de vez en cuando; sin compromisos.

El verano llegó y en un arrebato deportista me dediqué a hacer varias decenas de kilómetros en bicicleta. Durante esas horas pedaleando, sin nada más en la cabeza que el paisaje y alguna que otra canción, fui encontrando la salida de la tristeza.

En septiembre conseguí salvar el año académico, en un arrebato de lucidez y ganas de estudiar sacadas de vete a saber dónde.

En septiembre también fui a mi primer evento de divulgación, el Amazings 2011. Allí conocí a gigantes, personas que admiro por su dedicación y su sentido común. Hablo de escépticos y divulgadores; unos conocidos, otros no tanto, pero a todos ellos quiero agradecer que dedicasen unos minutos a conversar con una chica tímida y torpe, que prefiere escuchar a contar.
Aprendí mucho de ellos y sigo aprendiendo cada día, a través de redes sociales y blogs de divulgación y pensamiento crítico.

En octubre, las chicas de Escéptica me aceptaron en sus filas. Ya ves, algunos piensan que sé escribir, yo creo que aporreo el teclado sin cometer (muchas) faltas de ortografía.
Y no es porque lo diga yo, pero en Escéptica se escribe cada día con mucho cariño y dedicación, y la calidad es excelente a pesar de una servidora.

En noviembre organizamos nuestro primer Escépticos en el pub en León, donde aprendimos de la mano de Vary que lo natural es bueno, como un cocodrilo natural.

Di un paso más en la guerra contra los charlatanes y los timadores y me hice socia del Círculo Escéptico, que siempre haremos más entre todos que luchando individualmente. 

Para el nuevo año tengo nuevos proyectos, algunos no sé si podré llevarlos a cabo. Pero sobre todo, quiero seguir aprendiendo, cada día y de todo.

Esta foto me la sacó Txema Campillo, a traición, en Bilbao.
Espero poder contar algo más alegre el próximo año, pero éste es mi balance.

Gracias a todos.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Tirón de orejas a la Universidad de León

Lo han vuelto a conseguir, la Universidad de León ha vuelto a La lista de la vergüenza por la puerta grande. Y esta vez con... homeopatía. ¡Tachán!

Me pasa el amigo escéptico Fernando Frías el artículo "La homeopatía es más eficaz en animales porque no se sugestionan" en ABC, en el que se hacen eco de la charla "Aplicación de la homeopatía en la veterinaria" de una tal Laura García Suárez, licenciada en Veterinaria por la ULE.

En dicho artículo se dicen perlas como:
A su juicio, la ventaja de la homeopatía es que reequilibra el organismo a nivel mental y físico para que el mismo se cure, estimulando todos sus mecanismos y sus propias defensas.

o:

García Suárez ha hecho hincapié en que esta técnica puede emplearse en animales para acabar con problemas de conducta patológicos, problemas mentales, físicos y enfermedades crónicas.

y como colofón (y mi favorita):

En este punto, ha augurado que la homeopatía "ganará terreno" y "será el futuro", a pesar de los "intereses económicos" que se interponen en su difusión, ha añadido.
Esta señorita o señora será licenciada en Veterinaria, pero conoce bien poco los principios químicos y físicos que gobiernan en las disoluciones o, de lo contrario, no defendería la homeopatía a capa y espada contra esos "intereses económicos" que dice haber detrás.

Y hablando de intereses económicos: ¿Sabe la señorita (o señora) García Suárez que la empresa homeopática Boiron se ha comprado una cátedra de homeopatía para ella solita en la Universidad de Zaragoza?
Porque a mí eso me suena a interés económico, ¿no les parece?

Llegados a este punto, y con vergüenza e indignación a partes iguales, me he decidido a enviar un correo electrónico al Rectorado de la Universidad de León para protestar por este compendio de despropósitos.

El mensaje lo pego a continuación, y son libres de copiarlo y enviarlo si lo desean:

A quien pueda interesar,

ha llegado a mi conocimiento, a través de un periódico nacional (ABC - La homeopatía es más eficaz en animales porque no se sugestionan), la noticia de que se ha celebrado en nuestra Universidad una charla sobre la "Aplicación de la homeopatía en la veterinaria".

Mi primera reacción ha sido de sorpresa, ya que en otras ocasiones, se ha notificado a toda la comunidad universitaria la celebración de eventos de este tipo, ya sea a través del correo electrónico institucional o a través de la página web de la misma.

Mi segunda reacción ha sido de indignación y estupor, ya que en una facultad de ciencias como es la de Veterinaria se avala una terapia pseudocientífica: la homeopatía.
La homeopatía ha sido refutada por numerosos estudios científicos publicados en revistas de impacto, siendo el resultado de dichos estudios el que la homeopatía no tiene mayor efecto sobre los pacientes que el placebo. Una prueba de ello es la publicación, en 2005, de un estudio en la prestigiosa revista médica The Lancet, en el que se establece que los efectos de los medicamentos homeopáticos no van más allá del placebo.
Además, aplicando el sentido común, y estudiando con detenimiento los principios de la homeopatía, nadie con una formación ciéntifica básica podría aceptarlos, ya que contravienen todas las leyes físicas y químicas que conocemos.

Es por ello que hago llegar mi queja al Rectorado, por permitir que en una Universidad pública, y más en una facultad en la que se imparte una carrera científica, se dé pábulo a este tipo de prácticas pseudocientíficas y fraudulentas.

Hago saber también mediante este correo electrónico, que existe una página web en la que se denuncian todas las prácticas pseudocientíficas de las universidades españolas, y que la Universidad de León figura en ella, por éste y otros cursos que se han impartido en el pasado. La página en cuestión se llama La lista de la vergüenza. Y vergüenza es lo que me produce, como alumna de la universidad, ver que el centro en el que estudio está en esa lista.

Sin más que pedir encarecidamente que en el futuro se preste más atención a las actividades que se organizan en la Universidad, y que no tengan cabida en nuestras facultades más prácticas pseudocientíficas que atentan contra el sentido común y la labor educativa que debe tener una Universidad.

Atentamente,


Silvia Alba Colado
estudiante de Ingeniería Técnica de Minas en la Universidad de León.

El correo electronico de contacto del Rectorado de la ULE es rectorado@unileon.es.

Son libres de difundirlo y copiarlo. No permitamos que nuestra universidad vuelva a producirnos vergüenza.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Mineros en el espacio

Hoy os tengo que pedir un pequeño esfuerzo de imaginación.


Pensad en un futuro lo suficientemente lejano como para que las reservas de minerales más utilizados en la Tierra (tanto combustibles como no combustibles) se estén agotando.

Lanzamiento del Endeavour, de Matthew Simantov
Una escasez de hierro, caliza, titanio, níquel, pizarras, granitos, yeso, cobre... y todo lo que os podáis imaginar.

Pensad también que los viajes espaciales son no solo posibles, sino también baratos, y que las primeras colonias espaciales empiezan a fundarse.

Con todo este panorama, os imagináis que, además de buscar nuevos materiales que sustituyan a los que se acaban, estaremos buscando yacimientos en otros puntos del espacio: asteroides y planetas, principalmente.

Y aquí es donde entra la minería: ¿podría adaptarse la minería tal y como la conocemos al espacio? Pues vamos a verlo.

Los explosivos:

La primera duda que se me viene a la cabeza es si podríamos utilizar explosivos en el espacio para arrancar la roca mediante perforación y voladura.
El principal problema sería la ausencia de oxígeno, ya que una detonación no es más que (entre otras cosas) una oxidación a lo bestia.
Y he llegado a la conclusión de que sí y no se podrían utilizar los explosivos en ausencia de oxígeno.
No se podrían utilizar aquellos explosivos que tengan un balance de oxígeno negativo: esto es, que necesiten absorber oxígeno del ambiente para completar la reacción estequiométrica.
Si se podrían utilizar aquellos explosivos con un balance de oxígeno positivo: los que en su composición tienen el oxígeno necesario para completar la reacción estequiométrica.

La maquinaria de mina:

Palas, excavadoras, camiones, perforadoras...
Volvemos a tener el mismo problema que con los explosivos: la ausencia de oxígeno.
La mayoría de estas máquinas funcionan con uno o varios motores de combustión interna, luego no sería posible trabajar con ellas tal y como lo hacemos en la Tierra.
Pero si tenemos la opción de dotarlos con un sistema de propulsión que no necesite oxígeno. Motores eléctricos, por ejemplo, alimentados por baterías que se recarguen con paneles solares, como ya se hace con los vehículos enviados a Marte.
En el caso de las perforadoras en el vacío, tendríamos el problema añadido de la evacuación de los detritus de perforación. En la Tierra esto se consigue con el arrastre por agua o aire comprimido. No tenemos aire en el espacio, por lo que habría que pensar en otro sistema, quizá con otros gases que si podamos transportar u obtener a un coste bajo.
Otro inconveniente sería la gravedad cero: tanto las máquinas como el mineral se vuelven peligrosos en inmanejables.

La mano de obra:

Alguien tiene que manejar la maquinaria y coordinar la mina espacial, así que habrá que crear poblados mineros en el lugar del yacimiento, asegurando la supervivencia de los valientes mineros espaciales.
Estos poblados deberían tener, al menos, la capacidad de alimentar y mantener sanos a sus habitantes.

Si me disculpáis, voy a ir preparándome para ser astronauta, que nunca se sabe cuándo te van a necesitar para ir a reventar un asteroide (que se lo pregunten a Bruce Willis).

viernes, 28 de octubre de 2011

Generación de energía eléctrica (I): Conceptos termodinámicos

Es mi intención empezar una serie de artículos (todavía no sé cuántos saldrán) sobre la generación de energía eléctrica, explicando desde el punto de vista técnico cómo se obtiene esa energía a través de las distintas fuentes: carbón, gas, uranio, solar, eólica...
Pero para entender cómo se puede obtener energía a partir de determinada técnica, hay que conocer los conceptos físicos y químicos que hay detrás de ella. Por eso hoy os voy a hablar de termodinámica, para empezar.
Los que todavía siguen leyendo y no se han ido corriendo a mirar vídeos de gatos haciendo cosas graciosas: tranquilos, voy a explicar cosas muy sencillas y muy intuitivas; termodinámica para dummies... como yo, vaya.
Vamos a empezar por los ciclos termodinámicos: ¿qué es un ciclo termodinámico?  
Pues no es más que un mecanismo por el cual obtenemos un trabajo a partir de una energía, normalmente calorífica. Sé que en este momento los físicos se estarán tirando de los pelos por haberlo simplificado tanto; pero amigos, decir que un ciclo termodinámico es un camino cerrado entre los dos estados térmicos de un sistema no es intuitivo, ni sencillo, ni leches.
¿Y cómo obtenemos ese trabajo? Pues depende de cómo sea el ciclo, pero básicamente tenemos un foco frío al que tenemos que imprimir una energía (un trabajo) para llegar a tener un foco caliente, con una energía mayor, del que vamos a extraer otro trabajo.
Pero antes de meterme en jardines de explicaciones de los que no pueda salir, lo explicaré con ejemplos reales.
El ciclo termodinámico más sencillo es el de Carnot:
una máquina absorbe un calor Q1 de una fuente de energía para ceder otro calor Q2 a un foco frío, produciendo así un trabajo.
Este ciclo tiene cuatro etapas:
  • una primera de compresión adiabática (sin transferencia de calor), el gas se comprime aumentando de temperatura. Pero el aumento de temperatura no se produce por transferencia de calor, sino por el trabajo de compresión (por ejemplo, el trabajo que hace una bomba).
  • En la segunda se produce una expansión isoterma, el gas se expande manteniendo la temperatura constante. Para mantener la temperatura constante mientras el gas se expande, éste absorbe calor del medio (por ejemplo, una caldera en la que se quema un combustible y éste cede su calor al gas).
  • En la tercera el gas se expande adiabáticamente (otra vez sin transferencia de calor), y en este caso sí se enfría, hasta alcanzar la temperatura que tenía al comienzo de la primera etapa. Como no hay transferencia de calor, lo que se produce es un trabajo (por ejemplo, la expansión de un gas en una turbina).
  • La cuarta y última etapa consiste en una compresión isoterma, para cerrar el ciclo. El gas se comprime conservando la temperatura, por lo que sí habrá transferencia de calor (por ejemplo, el vapor que se condensa en la tapa de una olla al cocinar).
Una vez que se han aclarado estos conceptos, podremos entender mejor los procedimientos por los cuales se obtiene energía eléctrica en una central térmica, por ejemplo.
En el caso de una central térmica convencional, el mecanismo por el cual obtenemos el trabajo necesario para que la turbina se mueva y con ella el generador eléctrico acoplado al eje, es el ciclo de Rankine, o ciclo de vapor, que no es más que un ciclo de Carnot mejorado (ya que el ciclo de Carnot es teórico y solo es válido cuando el fluido es un gas ideal): se calienta una masa de agua en una caldera hasta obtener vapor, este vapor se comprime y se sigue calentando hasta que tiene las condiciones óptimas de presión y temperatura, momento en el cual se conduce a la turbina, donde se expande y le imprime una energía, que hará que gire el eje y el alternador genere la energía eléctrica.
En el caso de las centrales de gas natural, el ciclo termodinámico que se utiliza es el de Brayton: se comprime una masa de aire que se inyecta en una cámara de combustión, los gases de combustión (aire y combustible oxidado) se expanden en una turbina de gas, que mueve el alternador, etc.
En centrales de ciclo combinado tendremos una turbina de gas y otra de vapor, ambas acopladas al alternador.
Y ahora que me odiáis profundamente por haberos metido este rollo infumable, es cuando os digo que tranquilos, el próximo post de la serie será más práctico. Empezaré explicando cómo funciona una central térmica convencional (o una central térmica de carbón, como prefiráis).
Y completamente off-topic, quiero hacerme un poco de autobombo. Hoy mismo empiezo a colaborar en Escéptica.org, un portal sobre escepticismo, ciencia y feminismo en español, de la red Skepchick. Os recomiendo dar una vuelta por allí, y no solo porque me han dejado participar a mí, sino porque la calidad es realmente buena.

sábado, 8 de octubre de 2011

Breve historia de la dinamita

Muchos mineros estarán de acuerdo (y si no lo están ya pueden empezar a corregirme en los comentarios) si digo que la dinamita es en la actualidad uno de los explosivos imprescindibles tanto en minería a cielo abierto como en interior.

Pero la dinamita no siempre estuvo a nuestra disposición o, al menos, no tal y como la conocemos ahora.
Lo que pretendo con este breve artículo es hablaros sobre el descubrimiento de la dinamita.

Para empezar, tened en cuenta que antes del descubrimiento de la dinamita el explosivo preferido para la minería era la pólvora negra.
La pólvora negra no es más que una mezcla tricomponente de un comburente – el nitrato potásico o sódico – y dos oxidantes – carbón vegetal y azufre -.
Se utilizaba tanto para la minería como para la apertura de caminos y túneles.
Pero con la llegada a mediados del siglo XIX de los explosivos rompedores, y entre ellos la dinamita, el uso de la pólvora se redujo mucho. Si bien es cierto que la pólvora se sigue utilizando en nuestros días para esos mismos fines, en voladuras con necesidades especiales.

No podríamos hablar del descubrimiento de la dinamita sin hablar antes de sus dos componentes principales: la nitrocelulosa y la nitroglicerina.

A principios del siglo XIX se iniciaron los trabajos que hicieron posible la incorporación del oxígeno a las moléculas de sustancias orgánicas, que dio sus frutos en el descubrimiento de la nitroglicerina y la nitrocelulosa.

Nitroglicerina
La nitroglicerina, de fórmula química C3H5N3O9, fue descubierta por Ascanio Sobrero en 1847. Pero lamentablemente se perdió el interés por sus propiedades explosivas – las que más tarde la harían el explosivo más importante de todos los conocidos y el que fue capaz de cambiar las normas de explotación en canteras y minas – al comprobar su peligrosidad en el transporte y manejo.

La nitroglicerina es un líquido viscoso, transparente y muy sensible al impacto – basta una energía de 0,3 Joules para hacerla detonar, e incluso menos si existen burbujas -.

Después de mediados de siglo, enterándose Alfred Nobel del descubrimiento de Sobrero, se retomó el interés en la nitroglicerina como explosivo industrial.
Al principio se usó la nitroglicerina en estado líquido, pero como ya se ha dicho, en este estado es muy sensible al impacto, por lo que estos primeros intentos estuvieron sembrados de graves accidentes. Tanto es así, que en uno de esos accidentes murió el hermano menor del propio Nobel, lo que provocó la prohibición de la fabricación de la nitroglicerina en Suecia durante un tiempo.

Alfred Nobel
Pero ni la muerte de su hermano frenó a Nobel, que siguió con sus estudios, inventando en 1867 dos productos que revolucionarían la técnica de los explosivos: los detonadores (de los que no voy a hablar ahora) y la dinamita.

El descubrimiento de la dinamita fue totalmente fortuito.
La nitroglicerina se transportaba en recipientes de acero, colocados en carros de madera y mantenidos en posición vertical en un lecho de kieselguhr – o tierra de diatomeas -.
En uno de los transportes, un recipiente lleno de nitroglicerina se agrietó, vertiéndola sobre la tierra de diatomeas, donde quedó absorbida.
Nobel comprobó que la pasta formada por la nitroglicerina y la tierra de diatomeas conservaba las propiedades explosivas, pero era menos sensible al impacto y se podía transportar y manejar con mayor seguridad.
Hecho este descubrimiento, lo patentó en 1867 con el nombre de Dynamite. Esta Dynamite era una mezcla del 75% nitroglicerina y 25% kieselguhr.

Pero Nobel no se detuvo ahí, y siguió estudiando la manera de hacer la dinamita más barata y más segura.

El siguiente paso fue sustituir el kieselguhr por nitratos (oxidantes) y combustibles, reduciendo el contenido en nitroglicerina y aumentando así la estabilidad del explosivo. A estos productos les llamó dinamitas de base activa, y eran más potentes que la mezcla inicial que patentó.

Nitrocelulosa
Y ahora es cuando entra en juego la nitrocelulosa, descubierta por Schönbein en 1846. Su aspecto es fibroso, muy similar al de la celulosa de partida, y de color blanco.

Nobel descubrió en 1875 la solubilidad de la nitrocelulosa en nitroglicerina, dando lugar a las gelatinas explosivas o gomas – goma pura -, el explosivo industrial más potente conocido hasta la fecha, del que derivan todas las gomas actuales, como la goma 2 por ejemplo.
La composición de la goma pura es de 93% nitroglicerina y 7% nitrocelulosa.

Nobel todavía fue más allá, y en 1888 hizo otro descubrimiento: la pólvora de doble base o balistita, compuesta por nitrocelulosa (45%), nitroglicerina (45%) y alcanfor.

Los descubrimientos de Nobel fueron tan importantes que cambiaron radicalmente la forma de explotar una mina. Los explosivos industriales prácticamente no evolucionaron desde sus descubrimientos hasta los años sesenta, solamente en la tecnología de fabricación.

¿Y cómo es la dinamita en la actualidad?

Pues como ya había observado Nobel, la mezcla de nitroglicerina y celulosa o goma pura resultaba muy cara y demasiado potente para la mayoría de las aplicaciones industriales, lo que le llevó a aplicar los mismos principios que en las dinamitas de base activa, en este caso para disminuir la potencia.
Esta reducción de potencia la consiguió añadiendo mezclas oxidantes y combustibles, obteniendo un balance de oxígeno equilibrado – el balance de oxígeno relaciona el oxígeno que contiene el explosivo con el oxígeno estequiométrico necesario para la reacción de descomposición, si el balance de oxígeno es equilibrado quiere decir que el oxígeno que contiene el explosivo en su composición es suficiente para oxidar completamente el resto de componentes de la mezcla -. Esta mezcla de oxidantes y combustibles mantenía la consistencia gelatinosa y las propiedades explosivas aún con proporciones bajas de nitroglicerina (en torno al 25%).

Nobel ya comprobó que, con un combustible apropiado, la potencia de la mezcla podría llegar al 65% de la goma pura.
Un explosivo gelatinoso con el 40% de nitrogelatina (nitroglicerina + nitrocelulosa) y el 60% de mezcla nitrato amónico – combustible, alcanza una potencia próxima al 80% de la goma pura. Esto quiere decir que se reduce sensiblemente el coste en materias primas y la potencia disminuye apenas un 20%, suficiente para las aplicaciones industriales en que se utiliza.

Por lo tanto, hoy en día prácticamente todos los explosivos gelatinosos llevan en su composición nitrato amónico, debido a su mayor potencia a igualdad de contenido en nitroglicerina comparado con otros oxidantes.

Corrección: Me dicen los que saben, que hoy en día se utiliza glicol y no glicerina en la nitración, luego la pasta se formaría con nitroglicol, C2H4N2O6 , y nitrocelulosa. Me dicen también que es para ahorrar costes, pero principalmente porque el nitroglicol tiene un punto de congelación más bajo que la nitroglicerina, es más estable al impacto, más volátil y como tiene un peor olor es más fácil de detectar si se producen vertidos. Gracias ATuin. 

martes, 27 de septiembre de 2011

Reseña: Los productos naturales ¡vaya timo!


¿Lo natural es mejor? Con esta pregunta se podría resumir todo el libro; y la respuesta sería “depende”.

Pese a ser una sociedad tecnológica, tendemos a creer que todo lo artificial es malo para nosotros, y que lo natural solo puede ser bueno. Porque la naturaleza solo quiere nuestro bien, ¿no? Pues mira tu, no.

Esto es, a grandes rasgos, lo que nos quiere decir José Miguel Mulet en su libro, Los productos naturales ¡vaya timo! de la editorial Laetoli (echad un vistazo a la colección ¡Vaya timo!).

El libro tiene apenas 150 páginas, con un estilo de escritura sencillo y que engancha desde la primera página.
Estructurado en siete capítulos, se encarga de desmontar todos y cada uno de los mitos más populares sobre alimentación natural, transgénicos, medicina natural y… ¡sí! energía natural (aquí me voy a detener más adelante).

Alimentación natural:

Los alimentos de producción ecológica no tienen por qué ser mejores que los procedentes de cultivos mayoristas.

Los tomates ecológicos no saben mejor por ser ecológicos. El tomate sabe mejor cuanto menos tiempo pasa desde su recogida hasta su consumo. Por eso los tomates de la ensalada que prepara mi madre saben mejor que los del super: porque ella los coge de la planta, los lava e inmediatamente después nos los comemos. Y aún así, los tomates de mi huerto no se considerarían ecológicos, porque están tratados para que no se los coman los bichos. ¡Ja!

Los (temidos) transgénicos:

Si piensas que eres capaz de vivir sin transgénicos estás muy equivocado: cuando te vistes, pagas con un billete, tomas medicamentos o te lavas con jabón, estás utilizando transgénicos. ¿Cómo se te queda el cuerpo?

Medicina natural:

Siguiendo con “lo natural es lo mejor”, ¿por qué no aplicarlo también a la medicina?

¿Por qué vacunar a nuestros hijos con productos químicos (¡y transgénicos!) pudiendo dejar que desarrollen la inmunidad a una enfermedad por sí mismos (o muriendo en el intento), contagiando así al resto de niños de su colegio y ayudando a que enfermedades casi erradicadas vuelvan a brotar con más violencia?

¿Por qué tengo que fiarme de un señor que ha estado estudiando la carrera de medicina durante, al menos, seis años; en vez de fiarme de un señor con túnica y sandalias marrones que me promete que me curará con agua, sin efectos secundarios?

No seguiré comentando el resto de capítulos, no quiero destriparos el libro, pero sí recomiendo su lectura, tanto si estás de acuerdo, como si no te decides (si crees fervientemente en la religión eco, probablemente eches espumarajos por la boca en la segunda página, soy de la opinión de que al creyente no se le convence con argumentos racionales).

Lo que sí me vais a permitir es que comente más a fondo el ultimo capítulo, dedicado a la energía natural.

Energía natural: renovables, fósiles y otras bestias

Cuando se habla de combustibles fósiles, no se cae en la cuenta de que realmente también son recursos renovables: provienen de la energía del Sol. Las plantas, mediante la fotosíntesis, producen materia orgánica, que se almacena y transforma en carbon, petróleo o gas tras miles de años. El proceso en sí es renovable, pero se explota a una velocidad mayor de la que se produce, con lo cual no se puede reponer.

Para solucionar esto, aparecieron los biocombustibles, procedentes de cultivos energéticos. Pero pronto quedó demostrado que suponían nuevos problemas: el encarecimiento de ciertos alimentos, problemas ecológicos por las plantaciones salvajes y, uno de los más importantes: el hecho de que muchos biocombustibles necesitaban más energía para su producción de la que producían una vez refinados.

Entrando en las energías renovables de verdad, Mulet se centra en la solar y la eólica.
Y empieza con una frase que no es del todo cierta: 
“En rigor, salvo la energía nuclear, la maremotriz y la geotérmica, todas las energías provienen de la energía solar.” 
De acuerdo con la nuclear y la geotérmica, pero la maremotriz también proviene del Sol.
La energía maremotriz consiste en el aprovechamiento de las mareas: se construyen diques que se llenan en pleamar y se vacían cuando baja la marea, la energía se produce por turbinado, similar la las centrales hidroeléctricas.
Pero las mareas no solo dependen de la Luna y la morfología del terreno, sino que también están influenciadas por fenómenos atmosféricos como tormentas. Luego la energía maremotriz también proviene indirectamente del Sol.

Por otra parte, hablando ya de energía nuclear, me llama la atención lo siguiente: 
“Si analizamos el coste, el impacto ambiental y las emisiones de CO2 a la atmósfera, la única energía que se plantea como solución inmediata a la dependencia de los combustibles fósiles es la energía nuclear.”
Lo que tanto critica en los párrafos anteriores sobre los recursos no renovables que se emplean en la construcción y puesta en marcha de plantas solares y eólicas, parece que en este apartado se le olvida, y el uranio se obtiene sin impacto ambiental ni consumo de fósiles.

Pues bien, la minería del uranio es tan destructiva como la minería de carbon a cielo abierto, añadiendo además los peligros de la radiación.
Camiones, palas excavadoras y maquinaria de mina, también consumen combustibles fósiles, que hay que sumar a las emisiones de CO2 totales.
La industria de concentración y enriquecimiento de uranio también es consumidora intensiva de energía, por lo que también hay que sumar ese carbono que se invierte en la obtención de uranio fisible.
Por otra parte, una vez el combustible está gastado, requiere una serie de tratamientos, transportes e infraestructuras de almacenamiento que también precisan de energía fosil para llevarse a cabo.

Estoy de acuerdo con la idea principal de que la energía nuclear es necesaria a día de hoy y que podría ayudarnos en una transición a un modelo energético menos dependiente de carbón y petroleo, pero los argumentos utilizados no son los mejores para defender esa idea, ya que me parecen demasiado fácilmente refutables.

Para terminar, y a pesar de los palos que le acabo de dar, recomiendo la lectura de Los productos naturales ¡vaya timo! Así como la lectura de su blog homónimo, también a cargo de Mulet (también le podéis seguir en Twitter, en @jmmulet).

He de decir que tuve el enorme placer de conocer a Mulet en el alucinante congreso Amazings Bilbao 2011, donde me firmó el libro y mantuvimos conversaciones muy interesantes, no solo sobre transgénicos y energía.

sábado, 16 de julio de 2011

Yo también soy experta en energía

Nadie se escandalizará si digo que en este país nos caracterizamos por tener todos un título de Todólogo (o Todóloga, por aquello de la igualdad): tan pronto somos entrenadores de fútbol, como jueces, economistas, expertos en física nuclear y lo que nos echen. 
Pues yo no voy a ser menos, que de algo tendrá que servir el título de Ingeniero Técnico de Minas, especialidad en recursos energéticos, combustibles y explosivos.

Esta semana nos hemos levantado con la noticia de que en 2013 se cierra la central nuclear de Santa María de Garoña. Bueno, en realidad lo que ha pasado es que en Ministerio de Industria no ha renovado la concesión de explotación, que no es exactamente lo mismo que decretar el cierre. Por otra parte, los informes del CSN eran favorables, es decir, que "todavía es segura" (y esto lo pongo entre comillas, porque ninguna fuente de energía es segura al 100%, ni las renovables). Todo esto lo explica fenomenalmente bien el Doctor Manuel Fernández Ordóñez aquí.
Y cómo no, las reacciones no se han hecho esperar: los de las sectas pseudoecologistas han montado la fiesta, los del lobby pro-nuclear se han echado las manos a la cabeza y otros simplemente hemos intentado pensar.

Antes de empezar con el análisis que voy a hacer a continuación, tened en cuenta: soy pro-nuclear con peros, así que los que tengáis el discurso irracional preparado podéis dejar de leer ya mismo y empezar con vuestros dogmas de fe en los comentarios.

Una por una, voy a analizar las fuentes de energía que utilizamos más comunmente en España:

Carbón:

El del carbón ha sido un sector estratégico en nuestro país durante muchos años, y sigue siéndolo.
Si bien es cierto que es una industria poco rentable y que depende enormemente de las subvenciones (como hemos podido ver en el último año con la aprobación del decreto del carbón, varios EREs en empresas mineras y huelgas), si se dejase hundir supondría la ruina de varias comarcas (aunque, y desde mi punto de vista, esa ruina vendría dada por una mala inversión de dichas subvenciones, que no estaban destinadas a otra cosa que no fuera la transición a otro modelo industrial y que, en muchos casos, solo se destinaron a la construcción de polideportivos).
En cuanto a la generación de energía con carbón, todos estamos de acuerdo de que es la más contaminante, la que más CO2 emite y, por tanto, la menos deseable.
En nuestro sistema eléctrico, la generación térmica con carbón es una generación de base, sin capacidad de regular (capacidad muy reducida debido a la inercia térmica de las grandes calderas). 
En el caso de un desmantelamiento nuclear, el peso de la producción de base recaería sobre este tipo de centrales, aumentando así la quema de combustibles fósiles y la emisión de CO2 y otros gases de efecto invernadero, que nos alejarían mucho del compromiso adquirido en el Protocolo de Kyoto.
Aunque también, por otra parte, tenemos el proyecto de captura y secuestro de CO2 de CIUDEN, una opción nada desdeñable a la hora de fomentar el consumo de carbón mediante técnicas limpias. Pero la planta es experimental, única en España y hace poco hemos visto cómo Endesa pretende desmarcarse del proyecto si la UE no da más facilidades (más subvenciones que pagamos todos y encarecen todavía más el kW).
Podría seguir hablando del carbón hasta rellenar mil post, pero lo fundamental sería: si vamos a desmantelar la producción nuclear, el carbón ocupará su lugar y para ello habrá que construir más centrales térmicas que emitirán más CO2 (aunque quizá esta fuera una buena excusa para seguir desarrollando la captura y secuestro de carbono).

Nuclear:

No es, ni mucho menos, una tecnología limpia, aunque sí es una forma de generar energía sin emisión de CO2 (directa, se entiende).
Algo que digo muchas veces es que preferiría vivir cerca de una central nuclear antes que vivir cerca de una central térmica (como es el caso). La razón es sencilla: es más probable que acabe desarrollando una enfermedad respiratoria que mermará mi calidad de vida viviendo al lado de una central térmica, que el hecho de que por vivir cerca de una central nuclear acabe desarrollando un cáncer (algo que también me puede pasar cerca de una central térmica y que, de hecho, pasa).
Soy pro-nuclear, si, con peros. Pienso que la energía nuclear es necesaria para hacer una transición menos "violenta" y con menos prejuicios hacia otro modelo energético. Seamos realistas: con el petróleo alcanzando precios cada vez más altos se hace necesario el tránsito a un modelo distinto de transporte, ya sea mediante automóviles híbridos o totalmente eléctricos. Para cargar las baterías de esos automóviles tenemos que sacar la energía de alguna parte. Volvemos a lo de siempre, tiene que haber una producción base que nos garantice una continuidad en el consumo: carbón o nuclear.
Por otra parte, la energía nuclear tiene el gran pero de la gestión de los residuos, muy lejos de estar solucionado por el momento, y menos en España, donde hemos adoptado el modelo de ciclo abierto: el uranio se consume y los productos de fisión se consideran residuos inutilizables que se almacenan y no se recuperan.
Otra cosa que debemos solucionar es el tema del ATC, ya que los residuos de alta actividad los mandamos a Francia para que los almacenen allí al módico precio de 60.000 euros al día (sí sí, al día, y los pagamos entre todos).
En resumen: para seguir confiando en la energía nuclear en España, primero hay que constituir un buen sistema de gestión de residuos, ya sea como ciclo abierto, cerrado o cerrado avanzando; lo que no podemos hacer es seguir almacenando el combustible gastado en las saturadas piscinas de los reactores actuales, o algún día tendremos un disgusto.
Otra cosa a tener en cuenta: en los últimos años no se han construido ni se ha planeado construir nuevas centrales, lo que nos lleva a confiar en las ya construidas, con tecnologías de hace varias generaciones, lo cual no es muy alentador.

Renovables y régimen especial:

Aquí tenemos mucho para escoger, y prácticamente todas válidas. 
Podemos considerar como renovables estrella la hidroeléctrica, solar fotovoltaica y eólica.
La hidroeléctrica nos salva el culo de apagones en algún que otro pico de demanda, además de regular la producción frente a la demanda. El inconveniente: el impacto ambiental de los embalses. Por otra parte, solo se consideran de régimen especial (primas) los aprovechamientos de saltos que den una potencia menor o igual a 10 MW, el resto cotiza el kW a precio de mercado.
Con la solar fotovoltaica hemos sufrido (cómo no) una burbuja que nos está explotando en la cara. Es la energía renovable que más primas recibe, con mucha diferencia, y a la vez es una de las que menos energía produce. Contradictorio, ¿a que si? Echadle un vistazo a este artículo (otra vez del Doctor Fernández Ordóñez). ¿Os hierve la sangre? A mi si, estamos pagando el kW fotovoltaico a 10 veces el precio de mercado. Cuando os llegue el recibo de la luz, os cagáis en la energía solar fotovoltaica, yo ya lo hago, además de cagarme en otras cosas.
La eólica: podríamos decir que es el patito feo. A pesar de producir el 16% de la energía en régimen especial, casi 7 veces más que la fotovoltaica, se lleva poco más que la mitad de las subvenciones. El inconveniente: la intermitencia del viento, igual que en la fotovoltaica, el sol no sale por la noche, ni todos los días con la misma intensidad. 

Gas natural (ciclos combinados):

Las centrales de ciclo combinado supusieron una revolución hace unos años: emitían mucho menos CO2 que las térmicas convencionales de carbón y eran más rápidas en los arranques (mayor capacidad de adaptación a la demanda en cada momento). Por ello, los ciclos combinados se utilizan actualmente en el sistema eléctrico para la regulación más gorda, por decirlo de algún modo. Sería un error utilizarlas para la generación de base, porque perderíamos esa flexibilidad a la hora de regular la producción.
Por otra parte, el gas que quemamos en España viene de Argelia, en su mayor parte, lo cual nos supone una relativa inseguridad de abastecimiento si dependiéramos exclusivamente de esta energía. Es decir, que no es bueno confiar toda nuestra generación eléctrica a una fuente de energía que importamos del extranjero, ya que pueden darse problemas en el abastecimiento.

Entonces, ¿qué tenemos que hacer?

No hay una única solución al problema energético, ya que los factores que influyen en él son tremendamente numerosos y complejos.
Lo que se debe es alcanzar un mix energético que garantice la seguridad energética y sea sostenible, para lo cual, y siempre desde mi punto de vista, no se debería prescindir de la energía nuclear y se debería apostar mucho más fuerte por las fuentes renovables, sobretodo a pequeña escala (pequeñas comunidades capaces de generar su propia energía); pero regulando las subvenciones de manera racional y efectiva, evitando a toda costa las burbujas.

Y ahora, a comentar.

sábado, 25 de junio de 2011

Cosmos

Disclaimer: antes de empezar a leer el artículo que os presento a continuación, quiero dejar claras ciertas cosas.
La primera es que soy berciana, que vivo a 8 km de Toral de los Vados y que en mi familia siempre nos hemos dedicado al campo, en mayor o menor medida.
La segunda es que, siempre he pensado que las cosas no son blancas o negras: no digas sí o no, di "sí, pero..." o "no, pero...". Siempre hay matices, ventajas contra incovenientes.
La tercera es que antes de hablar y posicionarse a favor o en contra de algo, hay que informarse correctamente y emitir un juicio de valor crítico y objetivo, sin entrar en sentimentalismos o ideales.

Y después de esto, empecemos:

Para aquellos que no sepan de lo que hablo, Cosmos es una empresa del Grupo Cimpor, dedicada a la fabicación de cementos.
La planta cementera en cuestión está situada en Toral de los Vados, en la provincia de León:

¿Y a qué viene tanto revuelo?
Cosmos ha pedido autorización a la Junta de Castilla y León para poder incinerar residuos y así optimizar el proceso de fabricación del clinker.
Por lo visto, tenían proyectado valorizar neumáticos, plásticos, lodos de depuradora, harinas y residuos de laboratorio, aunque finalmente parece que solo lo van a hacer con neumáticos y residuos forestales (madera).

Esta medida ha provocado una reacción espectacular en todo El Bierzo y gran parte de la provincia de León. A continuación os pongo una relación de los hechos:

En julio de 2009, la Junta de CyL autorizó la prórroga del plazo de presentación de la documentación del proyecto de coincineración, lo cual no sentó muy bien a los grupos ecologistas
Como reacción a ésto, dichos grupos comenzaron una campaña de recogida de firmas por toda la comarca, a través de la plataforma Bierzo Aire Limpio con la campaña Salvemos El Bierzo. A día de hoy las firmas recogidas ascienden a 10.500.

Ha sido en los últimos meses cuando más reacción social se ha producido, con varias protestas, charlas informativas y hasta maratones.

Por supuesto, la empresa, la Junta y el alcalde de Toral no se han quedado callados ante las protestas.

¿En qué consiste la incineración, coincineración y valorización de residuos? 

La incineración de residuos consiste en quemarlos a altas temperaturas (950 ºC - 1200 ºC) con el fin de reducir su tamaño.

La coincineración y la valorización de residuos van de la mano: con la coincineración lo que se hace es sumar al combustible convencional un residuo orgánico para reducir el gasto (y, por tanto, el coste) del primero; la valorización de residuos, como su propio nombre indica, consiste en el aprovechamiento de un residuo que de otra manera iba a acabar en un vertedero para la producción de energía térmica.

Los residuos que más se utilizan en coincineración son los neumáticos usados, los lodos de depuradora, plásticos... básicamente todo lo que sea una fuente de materia orgánica y dé un poder calorífico aceptable.

¿La oposición tiene una base racional?

 En cierto modo, la tiene. La incineración produce emisiones tóxicas de dioxinas y furanos, ambos productos cancerígenos.

Pero...

Un horno de fabricación de cemento trabaja a temperaturas de entre 1400 ºC y 1500 ºC, con temperaturas de llama de hasta 2000 ºC
La mayor parte de las dioxinas que se producen en una combustión, lo hacen a temperaturas mayores de los 600º C, a partir de productos incompletos de la combustión que en su composición tengan presente el cloro. Y se ha observado que la producción de dioxinas disminuye sensiblemente con temperaturas de combustión alrededor de los 1000 ºC, facilitando la combustión completa de todos los productos. Además, la presencia de catalizadores metálicos y sistemas de enfriamiento brusco en las zonas de postcombustión, limitan todavía más la emisión de dioxinas al medio.

Por tanto, podemos decir que la incineración de residuos en un horno de producción de cemento no produce el mismo nivel de dioxinas que una incineradora convencional y me atrevería a decir que no poduciría más dioxinas que la quema del coque de petróleo solamente (sistema que utilizan todas las cementeras), pero para esta última afirmación no tengo pruebas.

Desmontado el tema de las dioxinas, vamos a por el siguiente: los neumáticos pueden reciclarse en lugar de quemarse. Este es otro de los argumentos que sostiene la plataforma, afirmando que en España se reciclan el 70% de los neumáticos. Mentira.
Es totalmente cierto que debería hacerse con el 100% de ellos... pero no se hace. 

En España se generan anualmente 250.000 toneladas de neumáticos fuera de uso, de los cuales solo se recicla el 1,5%, mientras que el 82,8% acaba abandonado en vertederos no siempre controlados.
Dicho todo lo anterior, mi opinión es que se ha querido demonizar el desarrollo de una industria potente en la comarca con una campaña de desprestigio y demagogia, con poco o nada de base científica que lo avale.

Y ahora es cuando me quemáis en la hoguera... ah no, que con eso aumentarían las emisiones de CO2.

martes, 31 de mayo de 2011

Llegó el momento temido

Hola a todos,

hoy os escribo para pediros un pequeño favor.

Como ya sabréis, soy estudiante de IT de Minas. Llevo ya 5 años de mi vida invertidos (sí, no soy una estudiante modelo, lo lamento) y ha llegado el momento que he estado evitando durante meses: elegir un proyecto de final de carrera.

Las opciones están entre dos temas: minería y energía. Ambos me interesan y me gustan, y para ambos estoy preparada.

He preparado un pequeño formulario para que me deis vuestra opinión.
Quiero que lo analicéis en cuanto a relevancia, interés social, innovación y opciones de futuro de cara al mercado laboral.

Os agradecería que participaseis y que, si alguien lo desea, deje una opinión más extensa en comentarios.



Muchas gracias a todos.

viernes, 6 de mayo de 2011

Lo que aprendí ayer y algunos periodistas deberían saber sobre radiaciones

Ayer, en una Jornada sobre Protección Radiológica que tuvimos en la escuela (a la que algunos estábamos obligados a ir), aprendí todo esto (entre otras cosas): 

  • Que una persona como tu y como yo, tiene en su cuerpo, por ejemplo, un isótopo del potasio (K-40) que se desintegra a razón de 4000 ó 6000 Bq.
  • Que la medida de las radiaciones ionizantes depende de qué tipo de dosis sean.
  • Que la dosis absorbida es la cantidad de energía absorbida por unidad de masa del tejido, y se mide en Gray (Gy).
  • Que la dosis equivalente se mide teniendo en cuenta el tipo de radiación que se ha recibido y la cantidad, ya que los efectos dependen del tipo de radiación recibida. Ésta se mide en Sievert (Sv).
  • Que la dosis efectiva, además de tener en cuenta el tipo de radiación y el tiempo de exposición, también tiene en cuenta el tejido irradiado. También se mide en Sv.
  • Que la radiación natural procede del espacio, del aire que respiramos, de los alimentos y las bebidas, de los materiales de construcción, del suelo que pisamos.
  • Que la dosis media mundial de radiación natural corresponde a 2,4 mSv al año, de los cuales 1,2 mSv corresponden únicamente al radón que inhalamos al respirar.
  • Que la dosis media mundial de radiación de origen artificial que recibimos corresponde a 0,417 mSv, de los cuales 0,400 mSv corresponden a la radiación que recibimos en las pruebas médicas.
  • Que la dosis media de radiación natural en España es superior a la media mundial, de 3,71 mSv al año.
  • Que para que se produzcan mutaciones en el ADN heredables, es necesaria una dosis dobladora: la dosis necesaria para producir tantas mutaciones como las que ocurren espontáneamente en una generación. Y que se expresaría como DD = 0,82 +/- 0,29 Gy
  • Que las lesiones sobre el ADN son de naturaleza probabilística o determinista.
  • Para los efectos deterministas se pueden establecer dosis umbral, ya que estos efectos sólo los sufre la persona que recibe la radiación.
  • Para los efectos probabilísticos no se pueden fijar dosis umbral, ya que no dependen de las dosis. El riesgo se establece según probabilidades. Estos efectos sí pueden ser hereditarios.
  • Que las medidas básicas para protegerse de la radiación son tan intuitivas como: evitar la exposición, y en caso de que no se pueda evitar, guardar la distancia adecuada, utilizar los blindajes necesarios y limitar el tiempo de exposición al mínimo posible.
Seguro que me he equivocado en algo, sobre todo en lo que respecta a temas biológicos, así que si hay algo que corregir, los comentarios serán bienvenidos.

Y debo admitir que lo he escrito a raíz de este comentario de @jmmulet en Twitter.

lunes, 4 de abril de 2011

Colaboraciones y otras cosas

Hola, queridos lectores.

Llevo ya varios meses sin escribir, por falta de tiempo, y sobre todo por falta de ánimo. Los últimos meses no han sido los mejores de mi vida, pero sé que las cosas solo pueden ir a mejor a partir de ahora.

La entrada de hoy va a ser corta, solo para recomendaros que os paséis por Ciencia con Paciencia y echéis un vistazo al blog. Actualmente está celebrando su cuarto aniversario con unas cuantas entradas invitadas.

He tenido el placer de recibir la invitación para escribir una entrada sobre la minería de interior, no dejéis de visitarla.