domingo, 16 de diciembre de 2012

Adiós, Garoña

Ya está.

Lo veíamos venir, eso no podemos negarlo. Desde que la central cumplió sus espléndidos cuarenta años entre protestas, algo nos decía que no podríamos tenerla entre nosotros mucho más.

Pero quien ha practicado su eutanasia no han sido pacíficos verdes con sus enormes pancartas. No. Ha sido un Ministerio de Industria que no sabe lo que tiene entre manos, un Ministerio de Industria que para reducir la tarifa eléctrica aumenta los costes de producción a base de tasazos. Un Ministerio de Industria que no conoce eso que llaman lógica.

Y entre tasazo y tasazo, el Señor Ministro tuitea sobre lo maravilloso que es el turismo en España. Un Ministro que bien haría en volverse a sus islas a tomar el sol, tanto que le gusta el turismo y desprecia una y otra vez el paupérrimo tejido industrial de este país, que tanto esfuerzo ha costado y está costando (ahora más que nunca) construir.

Pero no nos engañemos, lo de Garoña no entiende de colores. Los azules solo han precipitado lo inevitable.
El anterior gobierno, muy rojo él, también contribuyó a la situación actual. La paranoia de los verdes pacíficos ante el flamante cuarenta cumpleaños de la central provocó que, a pesar del informe positivo del Consejo de Seguridad Nuclear, la autorización de explotación durase solo cuatro años, en lugar de los diez que se conceden al resto de centrales. Así, presumiblemente, Garoña hubiera aguantado unos meses más hasta julio.

Nos quedan por delante largos años de desmantelamiento, gestión de residuos y enormes cantidades de dinero, al menos no todos los empleos estarán comprometidos.

Próxima parada: noviembre de 2014 en Trillo. Si llega.

Central Nuclear de Santa María de Garoña
julio de 1972 - diciembre de 2012


jueves, 1 de noviembre de 2012

Ciencia para todos en Astorga

Hace un tiempo que el blog ha permanecido en silencio, pero hoy les traigo una más que buena noticia.

Hablando de Ciencia, la plataforma de divulgación científica de la que me enorgullezco de participar (he escrito un par de cosillas que les pueden interesar), está organizando una serie de actividades con motivo de la Semana de la Ciencia 2012
Repartidas por prácticamente toda la península y parte de los territorios de ultramar, estas actividades tienen como fin el acercar la cultura científica a todos los públicos mediante documentales, charlas y experimentos que harán las delicias de toda la familia.

Uno de los eventos que me toca más de cerca y del que les quiero hablar hoy es de la Semana de la Ciencia en Astorga. Organizada por mi querida y admirada Marisa (@lualnu10 para los amigos), cuenta con seis días, ¡seis!,  de ciencia ininterrumpida en la capital de la Maragatería. Charlas, proyección de documentales y hasta un taller en el que podrán llevarse su ADN a casa de recuerdo.  ¿Alguien da más?

Aquí tienen el programa: 


Y con más detalle en Hablando de Ciencia, en el Diario de León y en el de Salamanca.

Algunos de ustedes quizá ya se hayan dado cuenta de que mi nombre está en cartel, y si no se han dado cuenta ya se lo digo yo: el 9 de noviembre, viernes, daré una charla titulada Cada vatio cuenta: el viaje de la electricidad hasta tu bombilla, en la que hablaré de energía para todos los públicos. Ni que decir tiene que están invitados todos (es gratis, todas las actividades lo son), solo les pido que los tomates me los lancen en privado. Y les animo a que, si pueden, participen de todo el resto de actividades organizadas a lo largo de la semana, que estoy segura no les dejarán indiferentes.

¡Nos vemos en Astorga!


sábado, 18 de agosto de 2012

Quinto aniversario: ganador y resultados

Como ya os decía hace una semana, a las 23:59 de ayer se acabó el plazo para votar por vuestros posts favoritos.

Y la cosa quedó así:

También os dije que mi voto contaba el doble y lo voy a añadir ahora: es para El científico orejudo misterioso, de Mr. Clyde. No supone una diferencia sustancial con respecto a la clasificación, pero es el que más me ha gustado con diferencia.

Así que:




Se ruega al Comandante Vimes permanezca atento a su correo electrónico para hacerle entrega del premio.

Y a los demás, muchísimas gracias por participar y ¡nos vemos en el décimo!

viernes, 10 de agosto de 2012

Quinto aniversario: participantes y agradecimientos

Hace algo más de dos meses os proponía el desafío del quinto aniversario del blog, os he dado tiempo más que suficiente para participar (y algunos habéis esperado hasta el último día a última hora... sois como yo, no os juzgo) y el plazo se acaba en este mismo momento. Todos los despistados que hayan escrito algo y no lo hayan enviado, mala suerte, se tendrán que esperar al décimo aniversario; pero podéis ir enviando los textos, así no tenemos disgustos de última hora.

No elegí el 10 de agosto al azar, sino que en esta misma fecha de 2007 daba a luz a este pequeño engendro digital. Por suerte no hubo sangre, placenta ni dolores en el alumbramiento.

Pero antes de ponerme sentimental, que no me pega nada, vamos a repasar los cuatro posts participantes:


  • El científico orejudo misterioso: ¿es un pájaro? ¿es un avión? No, es Sydney Brenner, premio Nobel de Medicina en 2002 y gran contribuyente a la biología molecular que, como nos cuenta Mr Clyde, podría haberle valido otros dos nobeles más. Una historia de misterio, descubrimientos científicos y máquinas de Coca-Cola.


  • Burbujas para viajar más rápido que la luz: enlazando con lo de los aviones, hablemos de viajes. Concretamente de viajes espaciales. ¿No sería maravilloso hacer turismo por el Universo? Con los medios actuales moriríamos antes de llegar a algún lugar mínimamente interesante, pero Mario nos cuenta cómo podríamos ingeniárnoslas para viajar más rápido que la luz. ¡Hasta el infinito y más allá!



  • El bosón de Higgs y Marte: probablemente los dos hitos científicos más importantes de este 2012, o al menos hasta ahora. Riemannium nos explica qué supone el descubrimiento del bosón de Higgs, qué confirma y qué podemos esperar de él; así como la misión MSL Curiosity, ¿qué va a buscar allí?



    Éstos han sido los cuatro valientes participantes, pero recordad que solo puede quedar uno, así que es el momento de votar el que más os haya gustado:



    Os recuerdo que mi voto vale el doble, porque a mi me da la gana.
    El formulario de las votaciones permanecerá abierto una semana, es decir, hasta las 23:59 horas del viernes 17 de agosto.

    El ganador se llevará el libro Una breve historia de casi todo, de Bill Bryson, el cual considero de recomendable lectura para cualquier persona interesada en la divulgación científica. En caso de que ya lo tuviera o no lo quisiera, podríamos negociar otro premio a convenir.

    Mucha suerte a todos y gracias por participar.

    Post invitado: El bosón de Higgs y Marte

    Esta entrada participa en el quinto aniversario del blog.

    Su autor es @riemannium, físico teórico. También podéis leerle en su blog The Spectrum of Riemannium.

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    ¡Hola, blogosfera! En este post invitado que amable y gentilmente me ha ofrecido la blogger Silvia, intentaré ofrecer una opinión con una doble vertiente, personal y científica, sobre estos dos acontecimientos que marcarán un antes y un después en sus respectivas disciplinas, así como mi impresión personal sobre los científicos y la importancia de la Ciencia en estos tiempos.
    El verano de 2012 será largamente recordado por dos hitos científicos que seguirán dando que hablar bastante tiempo, y que posiblemente motiven a jóvenes en todo el mundo. A saber:

    1º. El descubrimiento del bosón de Higgs, anunciado el 4 de julio de 2012.
    2º. La llegada a Marte de la mayor sonda exploradora robótica que el ser humano haya mandado sobre la superficie de un planeta del Sistema Solar, el Curiosity. El suceso del exitoso amartizaje ocurrió y fue anunciado el 6 de agosto de 2012.

    El bosón de Higgs era, hasta hace poco más de un mes, una partícula teórica que el Modelo Estándar de las interacciones de partículas subatómicas requería para su propia consistencia. Éste era el Modelo Estándar hasta este verano:

    Ahora tenemos otra partícula más...

    Tal vez no es tan simpática como la siguiente imagen:


    Introducida por el físico teórico Peter Higgs (no, Peter no hace negocios en The Particle Zoo), a mediados de los años 60 del siglo XX, para lograr lo que se denomina en términos técnicos “la ruptura espontánea de simetría electrodébil”, era el Santo Grial del Modelo Estándar. Todo el mundo lo buscaba afanadamente desde el descubrimientos de las llamadas corrientes débiles neutras (sin carga eléctrica), a mediados de los años 70 del siglo pasado también, y principios de los 80. El bosón de Higgs no es simplemente una partícula más del más exitoso modelo que explica la estructura microscópica de la materia y la energía hasta la fecha. Era esencial buscarlo por diferentes motivos, dado que el campo que lo genera, de corto alcance y de duración pequeñísima, es responsable también de algo que no comprendemos todavía del todo: la masa de los leptones y de los quarks. ¿Por qué era importante buscar y encontrar el bosón de Higgs? Una lista no exhaustiva sería la siguiente:

    1º. La consistencia de la teoría, el Modelo Estándar, requería la existencia de la partícula.

    2º. Los modelos y teorías con bosones de Higgs que exceden el ámbito de aplicación del Modelo Estándar, la llamada Física Más Allá del Modelo Estándar, representan las teorías más prometedoras para la Unificación de todas las interacciones. Hay cuatro interacciones conocidas “fundamentales”: la interacción gravitatoria, la interacción electromagnética, la interacción nuclear fuerte y la interacción nuclear débil.

    3º. El bosón de Higgs es necesario para explicar por qué el fotón carece de “masa” mientras que los llamados bosones W y Z son “pesados”, algo así como fotones “gordos”.

    4º. El bosón de Higgs y su campo ofrecen una manera de explicar el origen de la masa desde un punto de vista microscópico. La masa de una partícula mide su “grado de interacción” con el campo de Higgs. Las partículas que no interactúan con él, como el fotón, los gluones de la teoría llamada QCD, o el hipotético gravitón, en principio, carecen de masa y no interactúan con el bosón de Higgs. Al menos, en el Modelo Estándar Mínimo, que es el actual más o menos vigente (con permiso del rol que tienen los neutrinos).

    A diferencia de las pseudociencias, la magia, y resto de “artes adivinatorias”, el arte de la predicción en Ciencia es algo muy difícil, en especial con modelos y teorías. Todos recordamos de la escuela cómo los sucesivos modelos atómicos, desde el modelo del Dalton, pasando por el de Thomson y otros más exóticos, al de Rutherford o el de Böhr fueron progresivamente cayendo hasta llegar al actual modelo de Mecánica Cuántica, del que el Modelo Estándar es una extensión especial que requiere la inclusión de relatividad  especial y del concepto de campo cuántico. El hecho de que el propio Peter Higgs llorara durante la conferencia donde se expusieron los datos sobre el hallazgo de su bosón, son las lágrimas de un teórico, de un ser humano, que ha tenido éxito. Su teoría es correcta. Enhorabuena.

    Y ha habido muchos casos en la Ciencia donde los científicos no han visto el triunfo de su éxito. Por ejemplo, la predicción del retorno del cometa de E. Halley.

    Los bosones de Higgs, y el campo de Higgs que permea todo el Universo, existe. La Naturaleza podría haber escogido una forma más “retorcida” para explicar el origen de la masa o la ruptura de simetría electrodébil, pero ha elegido ser consistente con la teoría del bosón de Higgs. ¿Por qué las cosas tienen masa? La Física Clásica no proporciona una respuesta a esta pregunta. De hecho, para más complicaciones, hay varias nociones de masa (sin entrar en el mundo de la relatividad especial) que aunque equivalentes (lo sabemos desde Galileo y Einstein se basó en ello para formular su teoría relativista gravitacional) no dan respuesta alguna a la pregunta más acuciante que se hace un físico teórico ¿por qué hay masa en el Universo?


    El campo de Higgs es, en otras muchas cosas, un portal hacia la respuesta definitiva del origen de la masa. En términos de jerga, muchos esperamos que el estudio del campo de Higgs proporcione la guía definitiva hacia el mecanismo fundamental de generación de masas. Incluso más, esperamos que proporcione pistas sobre la naturaleza de la hasta ahora esquiva Materia Oscura que aparentemente hay rodeando a las galaxias y cúmulos de galaxias, y en menor medida de la extraña Energía Oscura que acelera la expansión del Cosmos. Dicha materia oscura es necesaria en aras de explicar las curvas de rotación galácticas, esto es, la representación gráfica de la velocidad de rotación de los objetos de la galaxia en función de la distancia al centro de la misma. Y la llamada Energía Oscura, un ingenio introducido por primera vez por Einstein al terminar su Relatividad General y elucubrar sus consecuencias en Cosmología, es necesaria para explicar cómo es posible que aparentemente haya estrellas más viejas que el propio Universo. Desde luego, el bosón de Higgs y sus propiedades, son esenciales para entender el siguiente nivel de subestructura en los rincones más recónditos del átomo.

    El presupuesto de materia y energía del Universo está plasmado en el siguiente “queso”:


    El Modelo Estándar explica solamente un mísero 4 por ciento de todo eso: la materia luminosa y no luminosa. El resto, siendo bruscos, ¡no tenemos ni puñetera idea de lo que es! Para ser precisos, no sabemos cuáles de las teorías que hemos diseñado en los últimos 40 años podría explicarlo, aunque hay candidatas: teorías supersimétricas como supercuerdas y la popular teoría M de la que nadie sabe nada, teorías GUT, preones y tecnicolor (no, a pesar de lo que hayáis escuchado, no están muertas dichas teorías, del todo),... Pero sabemos algo también por las llamadas medidas de precisión: que el Higgs si existía, como así ha sido demostrado, era relativamente liviano. Es posible en principio que el Modelo Estándar sea consistente a una energía arbitraria, incluso hasta la enorme energía de Planck en la que los efectos de la gravedad cuántica se hacen importantes, pero muchos sospechamos que el Modelo Estándar se volverá inconsistente antes. Sobre todo por los misteriosos neutrinos y por otras pequeñas anomalías que asoman la cabeza en diversos experimentos que se están llevando a cabo en diversos laboratorios.

    ¿Qué sabemos hoy del bosón de Higgs? Pues desde hace un mes algo más que hace 50 años. Sabemos ahora que su masa, algo para lo que el Modelo Estándar no daba predicción alguna es de unos 125-126 GeV/c². También sabemos que es un bosón porque se desintegra en dos fotones. Luego en principio el espín podría ser cero (el que dice el Modelo Estándar) aunque también podría ser dos. También sabemos en qué tipo de partículas se desintegra un bosón de Higgs del Modelo Estándar, por lo que midiendo cómo se desintegra el bosón de Higgs que hemos encontrado, podemos saber si el Modelo Estándar es correcto o debemos hallar/esperar en compañía del Higgs nuevas y más exóticas partículas y fuerzas hasta ahora desconocidas. No puede expresarse con palabras lo emocionante que es esto para un físico teórico como el que esto escribe, pero lo es mucho.

    Así, en los próximos meses se medirá con precisión el espín de esta nueva partícula recién descubierta, sus productos de desintegración (esencial para saber el tipo de Nueva Física que nos espera en los próximos años), y otras propiedades más exóticas como la carga (todo apunta a que es neutra, aunque hay modelos que poseen Higgses con carga eléctrica que acompañan al Higgs neutro a energías superiores), o la paridad (propiedad de reflexión en un espejo) y la denominada anchura (algo que mide su inestabilidad y “dispersión” en energía, dado que el bosón de Higgs es en principio una partícula inestable). Los próximos meses serán cruciales para determinar el tipo de bosón de Higgs que es, y lo que está por venir es aún mucho más interesante: ¿es el Higgs una partícula realmente elemental o está compuesto?¿hay más tipos de partículas de Higgs a alta energía? Se ha retrasado el cierre por actualización del LHC para que pueda estudiarse meticulosamente las propiedades de esta partícula de forma que se responda a todas o casi todas de las preguntas anteriores.

    Yo seguí la conferencia del 4 de julio en mi casa. La esperaba desde tiempos en que era un simple estudiante de Licenciatura de Física, finales de los 90 del siglo pasado, y principios de siglo XXI. Recuerdo cómo se esperó a cerrar LEP y se funcionó meses por encima de sus posibilidades por la carrera que había con el Tevatron por encontrar a la partícula en la región de baja masa. También he seguido el tema de cerca pues en el periodo 2009-2011 he obtenido un Grado Máster en Física Teórica, dado lo que adoro a las partículas elementales y la Cosmología. Finalmente, y tras varios retrasos y problemas, LHC ha triunfado. Sin embargo, como varios de los asistentes in situ a la mencionada conferencia, es un triunfo del CERN, de la Ciencia a nivel internacional, y de toda la Humanidad. No sólo de la Ciencia europea, pese a que la sana competencia es necesaria para estimular el conocimiento científico y el progreso en las ciencias experimentales, es un éxito global. Que nadie lo olvide. La unión hace la fuerza. En tiempos de crisis donde en muchos lugares cada uno va a lo suyo, nos iría a todos mucho mejor si colaborásemos como colaboran los científicos, independientemente de su nacionalidad, raza, religión u origen, en experimentos internacionales como el LHC, ...o la misión Curiosity.

    A parte de gustarme la Física y las Matemáticas, adoro la Ciencia en general y el estudio del Universo. También me interesa el tema de la exploración espacial, así que dejadme hablar también de la segunda gran noticia científica de este verano, la llegada a Marte de Curiosity, también llamado MSL (Mars Science Laboratory). Es un cacharro como éste:


    Aquí una foto de las 17 cámaras con las que va equipado:


    Con una masa cerca de 900 kg, impulsado por energía nuclear (un pequeño reactor termoeléctrico de plutonio, y como muchos otros exploradores o la misión New Horizons a Plutón, que llegará en unos años al planeta enano más cercano de nuestro Sistema Solar, con ánimo de durar),  y con probablemente el método de amartizaje más espectacular que se haya diseñado, supimos este lunes 6 de agosto, que llegó a la superficie de Marte con éxito. La batería nuclear funciona con un radioisótopo que durará entre 2 y 15 años, dependiendo del uso y funcionamiento de sus sistemas. Si fuera un marciano, estaría realmente enojado: ¡ya están los humanos mandando más basura/trastos para estudiar nuestro planeta!

    Y tanto que sí. Comparando los trastos que hemos ido mandando, éste es el más grande:

    Un éxito de la Ciencia y la Ingeniería de la NASA, y de los laboratorios Jet Propulsion del Caltech, es un instrumento y misión crucial para las futuras misiones tripuladas a Marte. Entre otras muchas cosas, lleva en sus instrumentos, un aparato para medir el nivel de radiación UV sobre la superficie de Marte, algo que se antoja básico si queremos mandar gente allí. Marte carece de campo magnético como el terrestre, su atmósfera es mucho más tenue que la terrestre y desconocemos hasta la fecha (Curiosity cambiará eso entre otras muchas cosas, estoy seguro) el tipo de radiación a la que un astronauta estaría expuesto allí. Tampoco olvidemos que la gravedad superficial en Marte es un tercio de la terrestre. Y eso significa que aunque la masa de un objeto es la misma aquí que allí, allí en Marte el peso, la fuerza con la que el planeta atrae un objeto, es un tercio del peso que tendría en la Tierra. 

    ¿Cuál es la misión fundamental del MSL(Mars Science Laboratory), del Curiosity? El objetivo esencial es muy simple: investigar si las condiciones para la vida y su preservación (específicamente  microbiana, pero también la vida en términos más generales) se ha producido o se produce en Marte, y si Marte es adecuado o no para albergar vida y preservarla en el futuro (importante para ir allí es saber si es sostenible la vida en superficie, en especial si colonizar Marte es algo que pongamos sobre la mesa es saber si se puede estar ahí, ¿no?). En particular, el Curiosity va fuertemente equipado con instrumentos para analizar las rocas y el suelo marciano con una precisión sin precedente, pero también el viento, la radiación ultravioleta, y otras cosas. Se encuentra al lado del cráter Gale, y pronto tendremos más fotos en alta calidad de allí. :-). Éste es el cráter Gale, donde está Curisity ahora:

    ¿Qué otros objetivos secundarios hay? El rover analizará muestras del suelo y perforará rocas, indagando sobre su composición. En las rocas y el suelo de Marte está escrito una marca de la geología y el clima del planeta, así que su estudio es algo muy interesante. La formación, estructura y composición química de las rocas está en correspondencia directa con dicho clima y geología. Asimismo, el laboratorio Curiosity, intentará detectar los bloques elementales de la vida conocida (basada en compuestos del carbono) sobre la superficie de Marte, y nos ayudará a entender el pasado geológico y climático de Marte, incluso el microbiano, en su pasado.
    En términos de Ingeniería, Curiosity también tiene unos objetivos bastante destacables:

    1º. Demostrar la capacidad de aterrizar un pesado y grande rover sobre la superficie. (¡Ya logrado desde este lunes! Es un Seat 600 moderno puesto en Marte, ¿no creéis?). Este conocimiento es también básico para que una futura misión similar coleccione rocas marcianas y muestras del suelo, y las envíe de vuelta a la Tierra para un análisis científico).

    2º. Demostrar la capacidad de aterrizar de forma precisa en un área predeterminada circular de unos 20 km de diámetro. (Ya logrado)

    3º. Demostrar la movilidad a largo alcance de un vehículo robótico sobre el planeta rojo, recorriendo entre 5 y 20 km mientras recolecta muestras y hace diversos estudios sobre el planeta. (Por lograr).

    Podéis saber más sobre la misión aquí, de donde obtuve la información y las fotos:        http://mars.jpl.nasa.gov/msl/

    ¿Os dáis cuenta que tenemos fotos de un lugar que no ha pisado ningún humano? No es como cuando en otros siglos se contaban de boca a boca historias sobre China, las Indias, o las Américas,... Esto es algo muy diferente.

    Para terminar, alguna persona podría preguntar si merece la pena gastarse miles de millones de dólares o euros en un acelerador de protones a 14 TeV ( 7 TeV por haz) o en un rover que nos da información sobre un planeta que se encuentra a 14 minutos-luz de nosotros. Yo creo que sí, la Humanidad necesita avanzar y mejorar. No puede hacerlo mirando hacia atrás, sino hacia adelante. Los recursos de este planeta son finitos, y al ritmo actual, no durarán más que unos siglos incluso con tecnologías de reciclaje adecuadas. El futuro de la Humanidad está en el Espacio. No creo que sea necesario citar a S.W. Hawking para entenderlo, los recursos de nuestro planeta, o nuestro propio Sol acabarán algún día. Y para librarnos de las ligaduras planetarias son necesarios estudios profundos. Nuestra Física actual es de momento demasiado primitiva para tener naves espaciales que nos lleven a Marte o a cualquier otro cuerpo del Sistema Solar ¡no ya de otras estrellas en nuestra Galaxia o más allá! Por eso, investigar en Física Fundamental con los aceleradores es esencial. La energía nuclear que propulsa muchos ingenios actuales o que hace que tengamos energía para usar Internet proviene de centrales nucleares. Guste o no. De momento, los riesgos están muy por debajo de los beneficios, si descartamos locuras como Hiroshima, Nagasaki y las armas nucleares.

    Y sobre Curiosity, ¿no pensáis que no hay nada más fascinante en este mundo como la curiosidad, por ejemplo, por saber si la vida sobre nuestro planeta es única o es posible más allá de nuestro entorno planetario? Con una tasa de entre 1-2 planetas por estrella en nuestra galaxia (más o menos típica en nuestro Universo Local cercano), como muestran las recientes búsquedas de planetas extrasolares (y es una estimación o número que puede crecer en el futuro), la pregunta de si existe vida en otros cuerpos de nuestro Sistema Solar es más importante todavía. Nos dará una idea mejor de lo que podemos encontrar más allá del Sistema Solar, donde hasta ahora no ha ido ninguna nave más que las Pioneer o las Voyager. ¿Existe vida fuera de la Tierra? ¿Y vida inteligente más allá de nuestro Sistema Solar? Son preguntas que aunque intuimos no tienen respuesta negativa, dependen de muchas cosas, y para acercarnos a responderlas Curiosity es un pequeño gran paso, como el que N. Armstrong puso en la Luna en 1969.

    La curiosidad, en Ciencia, es lo que nos hace avanzar.
    ¡Que los bosones de Higgs os acompañen!

    PS (I): La analogía del campo de Higgs más usada es la siguiente. En una habitación hay gente congregada (Higgs bosons), si pasa alguien famoso, le rodean y le hacen masivo y se mueve con más dificultad. El fotón, el gluón, o el gravitón son transparentes (o casi) al campo de Higgs y no tienen masa. El resto de partículas, sí.


    PS (II): Prueba de que la Fuerza (el campo de Higgs) existe, perdonadme el punto friqui, son los parecidos asombrosos de Owi Wan Kenobi y Rolf Hauer (LOL), véanse dichas fotos con atención por favor:

    He aquí Obi Wan: 

    He aquí Rolf Hauer: 

    Post invitado: Blasfemia y escarnio

    Esta entrada participa en el quinto aniversario del blog.

    Su autor es @ComandanteVimes, de la Guardia de Ankh-Morpork, más conocido por sus dotes tuiteras, ateas y escépticas por igual. Podéis leerle también en su blog Así habló Cicerón.

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          No he decidido el tema de esta entrada hasta más o menos 36 horas antes de la fecha límite de entrega. He barajado unos y otros hasta que se me ha ocurrido algo perfecto: la blasfemia. La autora de este blog y yo somos muy dados a blasfemar, como puede desprenderse de nuestra participación en el Cook Jesus Day organizado por La Pulga Snob. Así que creo que a ella le interesa lo mismo que a mí la respuesta a la siguiente pregunta: ¿podemos acabar condenados por blasfemar?

           En España la blasfemia no es delito desde una fecha sorprendentemente reciente: 1995. Ese año se publica un nuevo Código Penal con el que desaparece esta figura. Era un arcaísmo legislativo al que, sin embargo, en España siempre hemos sido muy aficionados: cuando se reformó el Código Penal en 1973 (en un periodo en el que el franquismo reconoció la libertad de culto) la blasfemia no se tocó, pero aun así toda la doctrina entendió que ahora la expresión debía entenderse referida a todos los dioses y no solamente al cristiano. Una solución muy democrática y muy estúpida al mismo tiempo, ya que la base para castigar la blasfemia era el sentimiento general de religiosidad cristiana que había durante esta etapa: reconocida la pluralidad religiosa, lo que tenía que hacer el delito de blasfemia era desaparecer, no abrirse a todo el mundo[1].

           Y no creáis que fueron pocas las acusaciones de blasfemia, qué va. En España siempre hemos sido muy de cagarnos en to lo sagrao, y el Estado animaba a denunciar “la blasfemia y la palabra soez”. La blasfemia era comparada al escándalo público: aquél era un delito contra el sentir general cristiano igual que éste era un delito contra el sentimiento general de honestidad. Y tan arraigado estaba ese sentimiento cristiano, que el Tribunal Supremo lo consideró suficiente como para saltarse la ley. Sucedió así: en toda sentencia penal, es necesario hacer un relato de los hechos probados antes de empezar a juzgarlos. Ese relato debe ser lo más neutral posible, para no comprometer la futura valoración jurídica del hecho: en especial, no debe contener conceptos jurídicos (como “blasfemó”) sino expresiones genéricas (como “dijo que se cagaba en Dios y en todos los santos y en la teta de la Virgen para que el niño mame mierda”). De la misma manera, no se puede decir “asesinó” o “robó” sino “causó la muerte” o “se apoderó”. No hacerlo así es causa de anulación de la sentencia… salvo en el caso de la blasfemia. Según el Tribunal Supremo (STS 24/6/1954) “sería irreverente reproducir con toda su crudeza el ultraje a la Divinidad y a las cosas santas que la blasfemia encierra”. Ea.

           Por suerte, el tipo de blasfemia ha desaparecido del Código. Sin embargo, queda aún otro delito, absurdo y bastante difícil de separar del anterior: el de escarnio. Es un tipo mucho más inclusivo, porque no sólo protege a los creyentes en sus sentimientos religiosos, sino también a los ateos y agnósticos en nuestros sentimientos no religiosos. Si no me creen consulten el artículo 524.2 del Código Penal: “En las mismas penas incurrirán los que hagan públicamente escarnio, de palabra o por escrito, de quienes no profesan religión o creencia alguna.” Que yo me pregunto cómo se escarnece un sentimiento irreligioso. Porque los comecuras lo tenemos muy fácil: nos basta con cocinar a un Cristo o dibujar un Mahoma para que todo el mundo se sienta indignado y nos diga “tíos… os habéis pasao… hay que respetar…” Ahora intenta conseguir el mismo efecto cocinando un Monstruo Espagueti Volador o dibujando una tetera: todo lo que obtendrás será un montón de ateos cachondeándose de ti mientras te dan consejos de cocina.

           Por escarnio es por lo que quisieron condenar a Javier Krahe, y no lo consiguieron porque el legislador es imbécil y crea normas de imposible cumplimiento. Así, al definir el tipo de escarnio, dice el Código: “los que, para ofender los sentimientos de los miembros de una confesión religiosa…” ¿Y cómo se prueba la intención de ofender, cuando la jurisprudencia tiene dicho que no son punibles los escarnios hechos con intención cómica (animus iocandi) o crítica, sino sólo los que tienen el exclusivo propósito de ofender? Los juicios por este delito son del tipo:

    JUEZ: “Señor Z, se le acusa de escarnio” 
    DEFENSA: “Animus iocandi, señoría” 
    ACUSACIÓN: “Eso es mentira, ¡so marrano!” 
    JUEZ: “Señor fiscal, ¿tiene usted alguna prueba tangible que permita demostrar que concurría el ánimo de escarnecer?” 
    ACUSACIÓN: “No, señoría, no vivo dentro de la cabeza del acusado, pero tengo fotos de gatitos monos” 
    JUEZ: “Lo siento, pero la jurisprudencia constitucional más reciente los rechaza como prueba al entender que influyen excesivamente en los sentimientos del tribunal. Si no tiene nada más que decir, sentencio que no ha podido destruir la pretensión de inocencia del señor Z y por tanto éste queda absuelto. Mira qué bien, nos da tiempo a merendar.”

           No hay más que decir: los juicios por este delito son así. Aunque no es correcto hablar en plural porque, que yo sepa, en democracia sólo se ha celebrado un juicio por escarnio: precisamente el que se siguió contra Javier Krahe y la productora del programa en que se emitió el corto del Cristo. Ambas salieron absueltas.


           La razón es, en síntesis, la que he expuesto: se requiere el ánimo específico de escarnecer, pero ese ánimo resulta casi imposible de probar. Y recordemos que es la acusación quien tiene que probarlo: al acusado se le presume inocente, y si dice animus iocandi es animus iocandi hasta que se demuestre lo contrario. Y ponte tú, fiscal, a probar que el ánimo principal que existía en la cabeza del acusado en el momento de producirse el escarnio era el de ofender: te deseo suerte porque la vas a necesitar.

           En conclusión, Silvia y yo no estamos en peligro de ser condenados por escarnio. Ella podrá ser condenada por feminazgûl y yo por insoportable, pero nunca por escarnio. Además, diga lo que diga el Tribunal Constitucional, los gatitos monos nos protegen.



    [1] Salvo que vivas en Irlanda, claro, donde conviven en la Constitución la libertad religiosa (art. 44.2.1º), el laicismo del Estado (art. 44.2.1) y la libertad de expresión (art. 40.6.1º.i) con la invocación a Dios (art. 44.1) y la penalización de la blasfemia (en el mismo artículo que la libertad de expresión: prueba palpable, por cierto, de que la blasfemia está dentro de la libertad de expresión y que para sacarla es necesario declararlo expresamente en un texto constitucional).

    lunes, 6 de agosto de 2012

    Post invitado: Burbujas para viajar más rápido que la luz

    Esta entrada participa en la celebración del quinto aniversario del blog.

    Su autor es Mario Herrero, más conocido como @Fooly_Cooly, físico teórico, dueño del blog Stringers, y colaborador de Hablando de Ciencia y de Amazings.es.

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    Los seres humanos siempre hemos sido muy de grandes empresas. Nuestro periplo evolutivo comenzó caminando de un continente a otro, un viaje más que largo y seguro que no hecho por placer y, desde entonces, no hemos parado. Desde que Colón dijo aquello de “me voy por el otro lado, que no lo conozco” (texto apócrifo), muchos han sido los que se han dado a la exploración, siempre por medio de viajes sin comparación anterior y trayendo a la civilización grandes descubrimientos y riquezas.


    Estos viajes exploradores han marcado, quizás sin que muchos lo tengamos en cuenta, el desarrollo de nuestra sociedad hasta el punto de transformarla de maneras impensables. Eventos como el descubrimiento de las Américas y la infinidad de viajes posteriores o la llegada del hombre a la Luna (con un “We choose the Moon” resonando en los oídos y en los sueños de todos) representan momentos de gran importancia sin los que la historia de la humanidad no se entendería. Y sin embargo, ya hace casi cincuenta años de este último gran evento, de nuestro último gran viaje de 384 400 kilómetros y ninguna nueva empresa de esta escala se perfila en el horizonte más allá de un siempre hipotético, y a treinta años de distancia, viaje a nuestro vecino rojo que eventualmente acabará por llegar. Pero... ¿qué hay más allá? ¿cuál será la próxima empresa que el ser humano llevará a cabo en su afán descubridor? ¿Se nos ha agotado el espíritu de viajeros?

    Esta próxima aventura es algo con lo que la ciencia ficción lleva soñando casi un siglo. Viviendo en un rincón tan pequeño de un universo tan inmenso como el que la ciencia nos ha hecho descubrir, muchas mentes han hervido con la necesidad de imaginar nuevos mundo y viajes de la humanidad más allá de nuestro apartado Sistema Solar. Sin embargo, este tipo de empresas seguirán perteneciendo al mundo de los sueños y la ficción literaria mientras no resolvamos unos cuantos problemas, más profundos que tecnológicos, que la Teoría de la Relatividad Especial nos impone desde que fuese formulada en 1905.

    Una de las consecuencias de la teoría de Albert Einstein es que ningún objeto de nuestro universo se puede mover a una velocidad mayor que la de luz. Aunque este pueda parecer un límite absurdo cuando buscamos en Wikipedia y vemos que los susodichos rayos de colores viajan a casi 300 000 kilómetros por segundo, una rápida comparación con las distancias siderales hacen caer nuestro gozo en un pozo, pues la estrella más cercana a la nuestra, Próxima Centauri, se encuentra a aproximadamente cuatro años luz de distancia, es decir, a una distancia igual a la que la luz, con toda su vertiginosa velocidad, recorre en cuatro años. Y eso sólo para llegar a la estrella más cercana. Por tanto, los viajes a otros sistemas solares, a nuevos mundos en los que nuestra civilización se extendería, se antojan imposibles y nos condenan a vivir para siempre en nuestro pequeño punto azul pálido. Esta limitación, sin embargo, no ha detenido a muchos fanáticos de la ciencia ficción, que durante años hemos soñado con que algún recodo escondido en las leyes de la física nos diese la oportunidad de sobrepasar este límite descorazonador y nos abriese las puertas de nuestro universo.

    Y la verdad es que estamos de suerte, pues este recodo apareció con un suceso que a la larga ha sido de importancia capital en la historia de la ciencia del Siglo XX, protagonizado de nuevo por Albert Einstein, quien en 1915 publicó su Teoría de la Relatividad General, una nueva teoría de la gravedad que, entre otras cosas, establece que el espacio y el tiempo son como una tela que puede ser deformada en las condiciones adecuadas y con impresionantes consecuencias. Una de ellas es que el límite de que ningún cuerpo pueda moverse a mayor velocidad que la de la luz pasa a ser un límite local, es decir, la velocidad a la que un cuerpo se mueve ya no es un concepto absoluto, sino que está definida sobre el trozo de espaciotiempo que el objeto está “pisando”... pero este parche de espacio puede moverse a su vez ¡sin límite de velocidad!

    Imaginemoslo así: supongamos que estamos subidos a un tren, que representará el trocito de espaciotiempo que nos rodea, mientras que el exterior, con todos sus bucólicos arbolitos, será el resto de nuestro universo. Dentro del tren, nosotros estamos limitados a movernos a una velocidad máxima (dada, entre otras cosas, por la cantidad de lorza que nuestras barrigas arrastren). Sin embargo, como el tren puede moverse a su vez, supongamos que sin límite de velocidad, un señor apoyado fuera, bajo un chopo, observaría que nuestra velocidad respecto a él es la suma de la tren más la nuestra, que definitivamente es mucho mayor que nuestra supuesta velocidad máxima. De esta misma forma, si fuésemos capaces de hacerle alguna perrería al espaciotiempo a nuestro alrededor de manera que se mueva, podríamos ser capaces de superar el límite de la velocidad de la luz.

    El primero en estudiar esta posibilidad desde un punto de vista científico fue, en 1994 (practicamente ayer), un joven físico de la universidad de Gales llamado Miguel Alcubierre, cuyo artículo The warp drive: hyper-fast travel within General Relativity sienta las bases de un supuesto hipermotor cuyo funcionamiento es relativamente sencillo de entender. La nave espacial equipada con el hipermotor se rodearía de una burbuja en el interior de la cual podría deformar el tejido del espacio y el tiempo de una manera muy concreta, contrayéndolo delante de ella y estirándolo detrás. De esta manera, un pequeño movimiento con un motor convencional la haría moverse a lo largo del espacio contraído, de tal manera que, cuando este recuperase su forma y se dilatase de nuevo, la distancia recorrida sería mucho mayor que la que la nave viajó inicialmente a velocidad subluz. El hecho de que el espacio se tenga también que estirar detrás de la nave es necesario para que el sistema funcione correctamente y se cumplan ciertas leyes físicas como la conservación de la energía. Utilizando este método, Alcubierre demuestra como un motor lo suficientemente potente no tendría límite físico de velocidad, pudiendo hacer un viaje arbitrariamente corto.

    Algún lector avispado habrá saltado en la silla al leer la descripción del motor de Alcubierre (y más aún al leer el título de su artículo) pues este funcionamiento es exactamente el que, en los años 70, un grupo de guionistas ingenió para la ya mítica nave Enterprise de la serie Star Trek y que denominaron motor Warp. Así, la Enterprise utilizaría el mismo principio de encoger el Universo delante y expandirlo detrás para después realizar un pequeño salto y plantarse en el punto de llegada. No se si Alcubierre diseñó su teoría con la mítica serie de Ci-Fi en mente o si todo es más bien una casualidad fruto de unos guionistas excesivamente imaginativos, pero sí es cierto que el físico fue modesto y en el título de su paper menciona la palabra warp como una clara referencia.
    ¿Significa todo esto que la Enterprise, los romulanos y el klingon están cerca? Si bien es verdad que hay mucho loco aprendiendo klingon, por desgracia aún estamos muy lejos de diseñar un motor warp. Mientras que el funcionamiento del motor en sí es fisicamente posible, su fuente de energía viola un principio físico fundamental, pues tiene que tener una densidad de energía negativa, algo así como si la materia prima utilizada tuviese que tener masa negativa, lo cual es, a priori imposible. No obstante, fenómenos cuánticos como el efecto Cassimir parecen cumplir esta necesidad, por lo que en el futuro, si conseguimos entender cómo manejar este tipo de procesos, quizás podríamos plantearnos seriamente la construcción de un motor warp, pero ahora mismo la posibilidad es remota.

    Podría seguir durante muchas páginas extendiéndome sobre el funcionamiento del motor, sus necesidades energéticas o sobre cómo las correciones cuánticas pueden volver inestable la burbuja, pero prefiero dejar la incógnita para que investigueis por vosotros mismos (y tener una oportunidad futura de escribir más xD). Sólo quiero terminar con una reflexión abierta. Y es que, como siempre, la ciencia ficción nos ha enseñado que los límites de nuestras imaginación están más allá de lo que creíamos y que lo que hoy es ficción, mañana puede ser realidad mientras seguimos avanzando en nuestro periplo de conocimiento.

    Y es que, como dicen en El juego de Ender: Y cuando supimos que era posible, lo hicimos”.

    lunes, 2 de julio de 2012

    Post invitado: El científico orejudo misterioso


    Esta entrada participa en la celebración del quinto aniversaro de este blog. 
    Su autor es Mr Clyde (@DrBonnieMrClyde en Twitter), como él mismo se define: la mitad de la cuenta que no tiene (aun) un doctorado.
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    Hace unos días, pregunté a la Amable Dueña de esta santa casa cuál era la identidad de la científica que en tonos grises ilustra su margen derecho (el margen derecho del blog, no el de la Amable Dueña). De identidad desconocida, sí me pudo informar que  la fotografía sale de esta galería de Flickr de la Agencia de Prensa del Gobierno Israelí (de hecho se valorarán posibles informaciones que los leyentes de este blog puedan dar sobre esta cuestión). Mi pequeño subidón, ya verán ustedes qué tontería, vino revisando la galería en cuestión, cuando encontré otra foto en la que bajo el anodino (e incorrecto) epígrafe de “Ben Gurión inaugurando la Quinta Conferencia Internacional de Biológicas (sic)” veíamos como, en efecto, el padre del Estado de Israel  pronunciaba un discurso rodeado de lo que suponemos son los participantes de dicho congreso. Por lo que pude averiguar transcurrió del 13 al 20 de septiembre de 1959 en la Universidad Hebrea de Jerusalén: en inglés, hebreo, alemán y francés (toma Torre de Babel), en el 5º Congreso sobre Estandarización en Biología se abordaron cuestiones en el campo de la inmunología y virología, especialmente en lo que a puesta a punto de protocolos de detección de anticuerpos y vacunación se refieren.
    Volviendo a la fotografía de marras, mientras Ben Gurión lee de pie su discurso de apertura todos científicos, perfectamente encorbatados, permanecen tras la mesa con la vista fija en el auditorio, atentos a sus palabras. Todos sentados menos uno, en la derecha de la fotografía, que la cámara pilló tras el atril tomando unas notas de última hora, adivino que tal vez para la charla que habría de dar a continuación. Debía ser un científico importante, para ser el primero en hablar tras Ben Gurión. Y algo excéntrico, por ser el único (¡junto con Ben Gurión!) en no llevar corbata (la evolución de la moda de los biólogos moleculares en el siglo XX es un tema interesante, pero la dejamos para el décimo aniversario del blog). También se aprecia que es corto en estatura y tiene unas orejas de tamaño generoso. Permítame el lector la maldad de esconderle la identidad del dueño de estos pabellones auditivos durante los minutos que tardará en llegar a la conclusión de este texto. Mientras llega ese momento, y a falta de enlaces a galerías israelíes de Flickr, les trataré de dibujar otras dos “fotos” de la carrera científica de nuestro orejudo protagonista, apenas dos anécdotas que no sólo perfilan al genio científico sino que retratan su particular carácter.
    29 de Mayo de 1960. Instituto de Tecnología Californiano (CalTech para los amigos), Pasadena. Empieza a oscurecer en lo que había sido un agradable día de verano en California, y la menguante luz es ya insuficiente para iluminar los pasillos del centro de investigación, cuyas bombillas permanecen apagadas por la poca afluencia de personal. En concreto, en esa planta las luces de un solo laboratorio están encendidas. Dos figuras asimétricas aparecen de repente recortadas en la puerta, acarreando un objeto pesado con dificultad. La más pequeña canturrea feliz en inglés algo con un peculiar acento nasal que pone en peligro la integridad de su lengua cada vez que pronuncia una ese (“it waszh the magnesszhium, the magnesszhium!”): las orejas nos permiten reconocer a nuestro protagonista anónimo de la fotografía en el congreso en Jerusalén. El otro científico es bastante más alto y elegante en sus movimientos. También parece feliz, aunque está más nervioso que su compañero orejudo, que presa de su excitación tropieza, provocando un movimiento brusco del objeto que, ahora vemos, va lleno de agua que está a punto de derramarse. Una sonora maldición en francés (“Merde!”) resuena en el pasillo. Recuperados del susto, ambos retoman su marcha por el oscuro corredor con el pequeño baño repleto de agua (pues ese es el misterioso objeto, un baño de laboratorio lleno con varios litros de agua) hasta llegar al fondo donde una máquina de coca-cola les espera. Entre canturreos en inglés (“the magnesszhium”), maldiciones en francés apenas sofocadas y risas flojas, esconden el baño tras la máquina de coca-cola. Terminada la travesura, regresan al laboratorio. Las dos figuras acaban de probar experimentalmente el llamado “dogma central de la biología”, que todos estudiamos en el instituto (que establece que la información genética fluye desde el DNA, en el que está almacenada, pasando por el RNA hasta traducirse en proteínas, que son las estructuras bioquímicas que llevan a cabo de las funciones bioquímicas celulares). En una calurosa noche de California de 1960, dos humanos (uno francés, el otro con unas orejas muy grandes) vislumbraron por primera vez la columna vertebral de lo que es hoy la biología molecular, la que hoy nos permite, por poner dos sólo dos ejemplos, luchar contra el SIDA con retrovirales o fabricar insulina de forma segura. También acababan de esconcer un baño contaminado radiactivamente detrás de una máquina de coca-cola.
    24 de Febrero de 1975. Centro de Conferencias de Asilomar. Asilomar, California. Más de un centenar de biólogos barbudos, casi ninguno en traje, reunidos en una sala de conferencias. Nuestro científico orejudo sube al escenario, y con una media sonrisa (de orejón a nariz) y esas eses raras suyas, anuncia que ha llevado a cabo el primer ensayo de bioseguridad de organismos genéticamente modificados. Gasps, ohhhs ahhhs y maigods generalizados en el auditorio. El anuncio es efectista pero el foro es el adecuado, pues los científicos se han reunido por primera vez para discutir las posibles implicaciones en seguridad que tiene la recién nacida técnica del DNA recombinante, en cristiano, poder meter genes de unas especies en otras. En el congreso, celebrado a puerta abierta para los medios de comunicación, es una iniciativa de los propios biólogos moleculares preocupados que el posible alcance de sus experimentos. Están aquellos que piensan que deberían limitarse los experimentos de transferencia genética hasta que la técnica se haya probado segura, y otros, entre los que se encuentra nuestro personaje orejudo, que piensan que la técnica es suficientemente segura. Pero volvamos al atril tras el que se acaba de anunciar ese primer ensayo de bioseguridad. Nuestro anónimo protagonista afirma sin perder su media sonrisa que el microorganismo modificado genéticamente es una bacteria intestinal, Escherichia coli, herramienta de investigación común, que ha sido consumida por vía oral en cantidades suficientes para demostrar su inocuidad. ¿Y qué organismo se ha empleado en la prueba: ratones, ratas, perros, macacos?, se preguntan los asistentes. “Humanszh”. La respuesta desata una nueva tormenta de comprensibles ohhhs, ahhhh y maigods. ¿Un ensayo sobre humanos sin supervisión de ninguna agencia gubernamental de una tecnología en pañales? En ese punto, la media sonrisa es ya sonrisa y media. “Well, not humanszh. Juszht one human. Me.”1

    Las dos orejas protagonistas de este textito pertenecen a Sydney Brenner, judío (de origen ruso) sudafricano que obtuvo el Premio Nobel de Medicina en el año 2002, pero que ha hecho contribuciones a la biología molecular que con facilidad podrían haberle supuesto al menos otros dos nobeles más. En el año 53 se había descrito la estructura del DNA, inagurándose una nueva rama de la biología, la molecular, en la que aún quedaba todo por hacer. Y Brenner participó en casi todos los pasos. Trabajando con bacteriófagos en Cambridge con su amigo Francis Crick (sí, el de Watson y Crick, ambos nobeles), virus con apariencia de módulo lunar que infectan bacterias, con una serie de experimentos genéticos predijo correctamente que la unidad genética de traducción, el codón, estaba compuesto por tres bases nitrogenadas. (Primer Nobel). 2

    En el otoño de 1959 coincidió con otro judío, esta vez de origen francés, François Jacob3 en una conferencia sobre una molécula de naturaleza lábil que podría servir de mensajero entre el DNA y las proteínas. Aunque no tengo el dato, CREO que esa conferencia pudo ser la de la fotografía que abre este texto, la de Jerusalén de Estandarización Biológica. Brenner se quedó con el toque, y en febrero del año siguiente, Crick, él y Jacob coincidieron en Cambridge, donde Brenner les contó que pensaba que ese mensajero podía ser un RNA que ya se había descrito en la literatura, pero sin asociarlo al proceso de traducción de DNA en proteínas. Juntos diseñaron una serie de experimentos para los que necesitaban una técnica de separación basada en gradientes de densidad por cloruro de cesio que tenía puesto a punto en CalTech Matthew Meselson4. Y allá se fueron a probar experimentalmente el dogma de la biología molecular (para que dejara de ser “dogma”, aunque finalmente se quedó con el nombre)5. En mi opinión, sólo este grupo de experimentos también eran merecedores de Nobel.
    Durante los 60 y los 70, Brenner siguió explorando la biología molecular (y su prima práctica, la ingeniería genética) hasta que llegamos al 75 y Asilomar6. En el 79 le ascienden a director de su centro en Cambridge, puesto al que renunciaría unos años después en lo que es una muestra de genio e ingenio más: en un laboratorio nuevo, inaguró el uso de un nuevo organismo modelo, el nematodo Caernohabditis elegans, un pequeño gusanillo transparente con el que trabajan 30 años después más de 400 laboratorios en todo el mundo7. A la postre sería este nuevo campo (biología del desarrollo) en el que, junto al que fuera su postdoc John Sulston, le proporcionaría su Nobel en 2002.
    Una última anécdota. Unos años después del incidente del baño radiactivo, Brenner volvió a Caltech para dar una charla.  Y sí, lo habéis adivinado. Pidió una Coca-cola.



    1. Este truco fue repetido, con un tomate e igual éxito de crítica y público por José Miguel Mulet, en el Amazings de Bilbao de 2011.
    2. Luego vendría el laborioso trabajo bioquímico con RNA polimerasas para descifrar el código genético (por el que se llevaría su Nobel el español Severo Ochoa, entre otros).
    3. El nombre de François Jacob, célebre ateo, es más conocido por los trabajos sobre regulación genética que llevó a cabo en los siguientes años con el también francés Monod, y que les valió, exacto, lo habeis adivinado, el Nobel.
    4. Matt Meselson, junto con Franklin Stahl, había puesto a punto dicha técnica de unos años antes para probar la hipótesis semiconservativa de replicación del DNA, en el llamado “experimento más bonito de la biología”, lo que les supondría, cómo no, el Nobel.
    5. La idea del experimento era comprobar que los ribosomas de bacterias crecidas en medio con isótopos pesados de carbono y nitrógeno (C13 y N15) eran capaces de asociarse al RNA de los bacteriófagos (compuestos de carbono y nitrógeno no pesados). El problema es que en la reconstitución bioquímica de estos complejos se hacía en tras purificarlo en gradiente de cloruro de cesio. El cesio competía con el magnesio, que normalmente permitía la estabilización del complejo ribosoma-RNA mensajero. Tras casi un mes de intento fallidos, Brenner se dio cuenta que tenía que aumentar la cantidad de magnesio (it was the magnessium) para que el cesio no interfiriera, y en la última oportunidad que tenían, cuenta como Jacob estaba tan nervioso que contaminó con sonda radiactiva el baño que después escondieron tras la máquina expendedora.
    6. Asilomar es un perro verde para cualquiera que esté interesado en la historia de la ingeniería genética en particular y de la ciencia en general. Es como si ahora los físicos del CERN, de manera unánime y sin intervención gubernamental, se reúnen a puertas abiertas para la prensa y tras tres días de charlas y mesas redondas deciden auto-imponerse una moratoria a los experimentos de varios años, porque ellos mismos no están seguros de que el aparato vaya a petar y salga un agujero negro y tal. Pues bien, Nobeles como Paul Berg y Watson consiguieron finalmente que los experimentos de transgénesis se frenaran en todo el mundo durante unos años por si acaso creábamos un superbicho que nos eliminaba a todos de la faz de la tierra. Algunos como Berg pensaron que, aunque después la tecnología se demostraría segura, Asilomar sirvió para transmitir un mensaje de responsabilidad a la ciudadanía. Watson se cambió de bando, y acabó opinando que los años de moratoria fueron años perdidos. Brenner, cuando le preguntaron en alguna ocasión sobre si pensaba que la nueva ciencia podía crear plagas, respondió “lo que pasa con esto es que, cuando se te ocurre un manera de matar gente, resulta que la naturaleza ya lo ha hecho, y mejor que tú”.
    7. Caernohabditis elegans es una pequeña maravilla transparente de un milímetro que permite hacer cosas como las que Sulston hizo en los años 80: a partir del óvulo fecundado, seguir todas y cada una de las divisiones que acontencen durante el desarrollo embrionario de la microbestia hasta que emerge del huevo un majestuoso animal de 1031 (ni una más ni una menos) células, que tiene, entre otras características fantásticas está, la de ser hermafrodita, tener una espermateca (que es exactamente lo que sugiere ser) y poder modificarse genéticamente de manera tan sencilla como dándole de comer DNA (¿sabéis cuando nos reímos de los tecnófobos que se asustan de comer genes? Bueno, pues en un universo paralelo, todos somos gusanos nematodos y ellos tienen razón).